¡No dejes de fumar en enero, febrero…! ¿Te has planteado ya tus buenos propósitos para este año? ¿Estás motivado para comenzar y esforzarte por llevarlos a cabo? Es posible que creas que cada año es una nueva oportunidad para empezar de cero y sacrificarte por lo que deseas, incluso proponerte firmemente retos que hasta ahora no has conseguido. Ir al gimnasio, ver más a los amigos, alimentación saludable y dejar de fumar son propósitos habituales. Pero hablemos del tabaco.
¿Qué se te pasó por la cabeza cuando tomaste la decisión de dejarlo mientras sonaban las 12 campadas? Si ha sido cuidar tu salud, miedo a una enfermedad, gastar menos dinero, sensación de libertad… ¡cuidado, no te engañes!
Son motivaciones muy nobles para dejar de fumar, pero como decisión de fin de año volverás a proponerte dejar el tabaco por presión, por obligación y no por comprensión y, entonces, sí que tendrás esa sensación de sacrificio que puede transformarse en ansiedad e incomodidad.
No lo estarás dejando bien si no comprendes esto y que si sigues fumando no es porque no te interesen todos esos supuestos efectos positivos, sino que lo que te mantiene enganchado al tabaco es el miedo a sufrir, porque con la práctica crees firmemente, aunque no es cierto, que el tabaco te gusta, te relaja, te ayuda a concentrarte, a dormir, a despertar, etc… Si supieras cómo lograr todo esto de otra forma, tu esfuerzo se vería recompensado, dejar de fumar sería un proceso fácil y exitoso.
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Cualquier día es bueno para dejar de fumar, si lo dejas en enero puede ser que sea por presión y no por comprensión.
Programa Cambio Natural: Libre sin Tabaco