Una de los cometidos más gratificantes dentro área de formación consiste en estar en continuo contacto con padres y madres interesados en aprender y entrenar estrategias con las que mejorar su labor educativa.
Para nosotros es una satisfacción el devolver a los padres la confianza en las estrategias que ellos mismos ponen en marcha cada día al educar a sus hijos; al ayudarles en sus distintos problemas y dificultades; al tratar de inculcarles valores y actitudes que guíen su desarrollo presente y futuro; al inculcarles hábitos de vida saludables; al establecer bases y puentes de comunicación y entendimiento familiar; y tantas otras tareas del hecho de ser padres….
En las escuelas de padres buscamos crear un espacio flexible de reflexión, de contacto y exposición de intereses comunes entre los padres y madres, un espacio donde tenga cabida el aprendizaje práctico tanto de técnicas y estrategias educativas para poner en marcha con los hijos, como un aprendizaje experiencial de habilidades y recursos útiles en distintas áreas de su vida: laboral, personal, familiar, de pareja, social, etc
Tratamos de recordar a los cientos de padres que hemos tenido la oportunidad de conocer durante estos años que muchas veces la relación con los hijos no va en la dirección que deseamos por razones tan sencillas como que nos olvidamos de las cosas que nos funcionaron en el pasado; o que cambiamos constantemente de estrategia por falta de paciencia o confianza y esto desorienta a toda la familia; o que ciertos cambios han de ser liderados por los adultos de la familia sirviendo de modelo a los hijos; o que con las mismas recompensas y sanciones aplicadas de forma estratégica lograrían cambios más rápidos y estables; o que es importante que los hijos nos perciban como un equipo de dos, aunque cada uno tenga su propio estilo y manera de hacer las cosas, etc…
Una escuela de madres y padres, por tanto, no es un lugar donde aprenderlo todo de nuevo y sentirse torpes o incompetentes. Una escuela de madres y padres es un lugar de intercambio y actualización de los trucos, estrategias, atajos educativos que todos tenemos. Un lugar donde sentirse fuertes, y escuchados por compañeros que comparten situaciones muy similares y apoyados por profesionales de la psicología expertos en familias, inteligencia emocional y modificación del comportamiento infanto-juvenil que aportan su experiencia clínica y docente sobre cada uno de los temas tratados. Un tiempo, además de evaluación de los problemas y planteamiento de sus posibles soluciones desde procedimientos de probada eficacia adaptados a las características de cada familia.