Durante el verano las familias se disponen a iniciar sus vacaciones y ello implica compartir nuevas rutinas, más tiempo y espacios con los más pequeños de la casa. Gran número de madres y padres describen que en este periodo vacacional se incrementan los conflictos y las tensiones en que les impiden disfrutar e incluso desear el regreso a casa

Como para todos las vacaciones y el verano son un sinónimo de tiempo de descanso, relajación y disfrute, tanto para adultos como para pequeños, antes de emprender el viaje sería útil reflexionar sobre algunos puntos básicos que de tenerlos en cuenta harán de las vacaciones un tiempo especial de convivencia para todos los miembros de la familia.

A continuación ofrecemos algunas sencillas recomendaciones que contribuirán a reducir esos nervios y los conflictos familiares.

 

1) El destino

Lo principal es elegir el sitio más adecuado para ir de vacaciones teniendo en cuenta las edades de los hijos. Independientemente del destino y el tipo de alojamiento elejido, una casa, hotel, camping, crucero, etc, es fundamental que cuente con instalaciones y actividades de entretenimiento para los niños.

2) Dar gusto a todos

Es importante asegurarse de que cada cual podrá disfrutar de las actividades  y de un tiempo de ocio que sea de su interés. Juegos, spa, deporte, tomar el sol, lectura o lo que cada uno prefiera.

El hecho de que cada miembro de la familia disfrute uns actividad especial  de su elección,haciendo lo que más le gusta hacer, ayudará a que tanto los adultos como los niños tengan su propio espacio de relax y luego puedan disfrutar plenamente de las actividades compartidas en familia.

3) Disfrutar todos juntos

Pasárselo bien en familia es el objetivo principal de las vacaciones. Las actividades realizadas en conjunto como ir a la playa, salir de excursión a la montaña o simplemente jugar con un balón o tomar un helado, no importa qué, pero juntos. El tiempo compartido en familia enriquece la relación familiar y fomenta el vínculo afectivo entre los miembros de la familia.

Disponer de tiempo libre para estar con los hijos sin ningún tipo de condiciones es un lujo que hay que aprovechar. Lamentablemente, durante el resto del año no es nada frecuente.

4) Otros niños

Asegurarse de que hay otros niños más o menos de la misma edad que los nuestros para jugar. Desde luego, depende de las preferencias de cada uno y del plan de vacaciones deseado por cada familia. A lo mejor, hay quienes prefieren aislarse en familia en un pueblo alejado, pero en la medida d elo posible permitirles que jueguen con otros niños hará que se lo pasen mucho mejor  favoreciendo además que se fortalezca su capacidad para interactuar con otras personas.

5) La Seguridad

La seguridad es un aspecto muy importante a tener en cuenta durante las vacaciones en familia. Allí donde vayamos deberemos informarnos de las medidas de seguridad de piscinas, atracciones, alojamientos, zonas infantiles, así evitaremos riesgos inecesarios.

En los lugares donde se prevea gran afluencia de gente como playas y piscinas resulta muy útil identificar a los más pequeños por si se pierden con alguna pulsera o colgante donde lleve su nombre y tu número de móvil, además de mostrarles previamente los lugares de referencia y/o las personas a quienes deberán acudir en busca de ayuda.

6) Tiempo de descanso.

Seguir las caracaterísticas y las necesidades de los niños es fundamenteal para evitar que se agoten y entren en circulos viciosos de quejas y desgana que influirán en toda la familia. Es recomendable realizar hacer viajes tranquilos con los más pequeños de forma que haya estancias largas en un solo lugar, sin necesidad de recorrer grandes distancias o realizar numerosas actividades en poco tiempo.

Otra recomendación para los más mayores y los adultos consiste en que puedan disfrutar de cierto tiempo de independencia que les ayudará a disfrutar de la sensación de descanso, con lo que la convivencia será más pacífica y gratificante para todos.

7) Alimentación

Es preferible saber de antemano que donde vamos disponemos de todo lo necesario para la alimentación del bebé o de los niños. La comida es un tema que suele preocuparnos en según qué tramos de edades (¿tendré dónde calentarle el puré?, ¿dónde refrigerar los yogures?). Bastará con organizarse y ser práctico llevando comida en los desplazamientos y planificando bien los horarios de las comidas con las actividades que se desea realizar

8) Sin horarios

Es preferible evitar agobiarse con los horarios y las rutinas estrictas. Es cierto que establecer ciertas normas ayuda a organizarse pero también hay que tener en cuenta que modificar los hábitos que habitualmente se mantienen en casa forma parte de unas vacaciones placenteras. No pasa nada si un día comen más tarde, no se bañan o se acuestan a horas intempestivas.

9) Ser flexibles

Así como con respecto a los horarios y las rutinas, todos disfrutaremos más si nos volvemos más flexibles a los deseos de los demás. No tenemos que consentir todos los caprichos de los niños pero sí ser un poco menos estrictos para la negociación permitiéndoles darse algunos gustos que durante el año no permitimos. Vayamos mentalizados a darles más gustos y a estar dispuestos a cambiar de planes.

10) Actitud positiva

El optimismo, el buen humar y la alegría son contagiosos. Si dejamos los agobios, el estrés, los regaños innecesarios, contribuiremos a crear un mejor ambiente familiar, será más fácil la convivencia entre todos, y lo más importante, disfrutaremos todos de unas placenteras vacaciones en familia.